Cosas que te enseñaron mal sobre agilidad
La agilidad en desarrollo de software está por todas partes, ¿cierto? Sin embargo, hay muchos conceptos mal entendidos al respecto y quiero hablarte de ello.
La agilidad en el desarrollo de software está en todas partes; se habla de ella todos los días, hay cientos de eventos al año donde la mencionan, se invierten miles de dólares en capacitación y certificaciones y se afirma que es el estándar para hacer software.
Sin embargo, siguiendo los testimonios de muchas empresas y equipos de desarrollo, los resultados aún son muy parecidos (prácticamente iguales) a los que había “antes de la agilidad”:
Retraso en las entregas
Mucho sacrificio de los desarrolladores para cumplir con las entregas
Alta incidencia de defectos en producción
Insatisfacción en muchos devs por el estrés y la forma en que trabajan
Fricciones entre equipos, que se ven como rivales: devs vs. testers, devs vs. Project Managers
La agilidad es algo deseable. Es más, no debería ser opcional, pues el objetivo de todos los que estamos involucrados en este trabajo es entregar software de valor en el menor tiempo posible, pero pocos lo están logrando.
¿Qué es lo que está pasando?
En mi experiencia trabajando con diversos equipos y organizaciones, he observado que estos resultados se deben a la forma de trabajo que tienen, principalmente a la diferencia entre lo que entienden que es la agilidad y lo que esta es.
En esta nueva serie de artículos quiero hablarte de muchos de los conceptos que se entienden mal sobre la agilidad y, por lo tanto, se aplican erróneamente en las formas de trabajo (por ejemplo, que “Agile” es una metodología y se adopta como tal). Quiero hablarte de cómo es que esto ocurre y cómo lo podemos arreglar para que cambiemos los resultados en nuestros desarrollos.
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